Con la impresionante antigüedad de dos décadas en RPM International Tool & Die en su haber, este neozelandés nacido en Gran Bretaña aporta un conjunto de habilidades diversas a su rol. Especializado en la resolución de problemas y en encontrar buenas soluciones de diseño, Steve obtiene una gran satisfacción al ver un proyecto que es exitoso desde las especificaciones del diseño hasta la entrega al cliente.
“Para una empresa con treinta años de trayectoria, me gusta mucho que RPM demuestre tanta disposición a invertir en nuevas ideas y tecnología”, dice Steve. “Ésta es la marca de una empresa que continuará estando en la vanguardia de la fabricación de herramientas”.
Siempre interesado en nuevas aventuras, Steve no quería pasar toda su vida viviendo en un solo país, y emigró a Nueva Zelanda en 1996.
Steve ya tenía antecedentes profesionales en ingeniería de precisión, después de haber trabajado en el Reino Unido para una empresa de fabricación de bajos volúmenes de cojinetes especiales de alta especificación, con clientes como el equipo de F1 de Eddie Jorden (más adelante Benetton), por lo que trajo consigo un excelente conjunto de habilidades y una gran actitud a su nuevo rol en RPM.
Al incorporarse a RPM, Steve comenzó a trabajar en el taller antes de operar máquinas de electroerosión por hilo metálico (WEDM) y convertirse en un operador de programas, usando principalmente software CAD CAM 2D.
A medida que RPM pasó al software paramétrico 3D, Steve comenzó a modelar (¡no, no del tipo pasarela!), creando electrodos para la fabricación. Amplió su base de conocimientos con cursos de lo que entonces se llamaba Pro-e, revestimiento y modelado avanzado.
Con esta experiencia y el desarrollo de habilidades adicionales, en el 2000 se le preguntó a Steve si le gustaría pasar a diseño de herramientas a tiempo completo como Ingeniero de Diseño. Con su típica energía, Steve obtuvo un diploma en diseño y especificación de plásticos, y desde entonces, ha disfrutado de tener la oportunidad de trabajar en algunos proyectos de diseño de herramientas que representaron un verdadero desafío en RPM.
Jugando al tenis para relajarse, Steve fue bombero voluntario durante algunos años y trabajó hasta lograr ser conductor del camión de bomberos y operador de la bomba. En estos días, gracias a sus hijas, la mayor parte de su tiempo libre gira en torno a los caballos. Steve dice “Cuando era niño, me encantaban las motocicletas, pero el hecho de tener chicas que sólo se preocupaban por montar a caballo, me hizo aprender a montar e incluso a participar en competencias ecuestres. Hay una cierta sensación de satisfacción y logro que se obtiene con los caballos; tal vez debido a que un animal tan grande y fuerte esté trabajando contigo en equipo”.
Ahí lo tienen: un artista competente tanto en la silla de montar como en el equipo de RPM.